
Con el frío y el sol, llegamos a nuestra primera entrega de tapitas para reciclar. Debra, envió una camioneta que logramos llenar con el aporte de toda la comunidad del SANA.
Una muestra más de que la fe se vive, y así descubrimos la alegría de anunciarla.
La campaña sigue, así que esperamos hacer nuevas donaciones.