Enseñar con palabras, aprender por uno mismo.
San Agustín
Adrián Mendonça, Director de estudiosNuestro sistema de evaluación incluye exámenes que integran los contenidos que se vieron, en distintas materias, a lo largo de cada trimestre de clases. Se trata de una instancia valiosa para los alumnos y para su proceso de aprendizaje, pero que también puede provocar situaciones de cierto estrés, sobre todo en los estudiantes de los primeros años del nivel medio. Aquí, algunas claves respecto de cómo enfrentar los trimestrales con tranquilidad y aprovechando todos los recursos que brinda nuestro equipo de docentes y tutores.
Cada instancia que se les presenta a nuestros alumnos tiene sus particularidades y sus matices. En esta época del año se suelen ver algunas caras de preocupación, apuntes y resúmenes que van y vienen de los bancos al recreo y que pasan de mano en mano. Es que a mediados de mayo los chicos de CSA se enfrentan a la primera etapa de exámenes trimestrales, instancia en la que se busca evaluar lo visto durante esta etapa del año, e integrando contenidos. Por ese motivo, y por la intensidad de estas pruebas, sólo se incluyen tres materias por trimestre y por año.
Las claves para lograr buenos resultados son reflexionar sobre lo visto en cada materia, verificar su comprensión y formularse la pregunta: “¿Cuánto de lo que me enseñaron, yo aprendí?”. Si de la autoevaluación surge que las cosas no están tan claras, siempre se está a tiempo de consultar a los profesores para evacuar dudas. Para hacerlo, hemos dispuesto una serie de tutorías académicas, que se ofrecen en distintos horarios y con una frecuencia semanal, a las que todos nuestros alumnos pueden concurrir.
Pero además, también es importante poder concentrarse y anticiparse; es decir, no dejar para última hora ni para la noche anterior el momento de estudio. Por ello, resulta vital, sobre todo en 1er año, aprender a usar una gran aliada: la agenda, en cualquiera de sus versiones, la tradicional; de papel, o las distintas aplicaciones que ofrecen hoy los teléfonos celulares.
Otro modo de atravesar esta etapa, tanto en lo académico como en lo personal, es compartir las fortalezas y debilidades. Todos los compañeros están en la misma situación, es por eso que se trata de unir fuerzas. Y aquí algunas ideas más: Chicos, armen grupos de estudio y quien esté más sólido en una materia podrá ayudar a los demás. Ya habrá oportunidad de retribuírselo y de intercambiar roles.
Creemos que un cierre de trimestre no implica el fin, sino una parada en el camino. Hay más instancias por transitar. Ésta, tal vez, pueda significar un alto para tomar aire, parar el juego, mirar hacia el horizonte, las metas a alcanzar y para planear una estrategia que nos permita disfrutar de cada momento, aun de aquellos más desafiantes y que nos convocan a enfrentar cada etapa del aprendizaje.
Como educadores debemos asumir que el resultado de un examen nunca implica un diagnóstico irreversible, y también es importante transmitir a los estudiantes que siempre habrá nuevas oportunidades para recuperar, o para volver a intentarlo. Buscamos que estas experiencias fortalezcan a nuestros alumnos y los preparen, poco a poco, para la vida adulta y profesional en la que, sabemos, siempre hay obstáculos que sortear.
Por eso queremos, una vez más, recordar a los papás que pueden acceder a la agenda de evaluaciones que está compartida online en nuestra página web. Creemos que la etapa de exámenes trimestrales tal vez pueda convocar a un momento para compartir como familia la experiencia de estos primeros meses transcurridos. Algunos de los interrogantes podrán ser: cuánto vimos, cuánto entendimos, cuánto de ello somos capaces de aplicar si se nos presenta una actividad; si hemos podido ser hábiles en la administración de los tiempos o si necesitamos pedir ayuda.
Como adultos, seguramente hemos acompañado a los chicos en este tiempo, especialmente a los de los primeros años. Sigamos apoyándolos en su autoconfianza, sigamos acompañando en la organización y sigamos contribuyendo en el crecimiento que implica el paso por instancias definitorias.
En conclusión, acompañemos a nuestros chicos, observemos sus silencios y sus preocupaciones con el objetivo de guiar su enseñanza y su aprendizaje a través del amor para conducirlos a la reflexión interior necesaria para el descubrimiento de la Verdad.