Por cuarto año consecutivo los chicos que cursan 2do año se animaron a participar de esta valiosa experiencia en la que se ponen en juego distintas emociones y habilidades. Con un saldo más que positivo, quienes llevan adelante esta actividad, los profesores Silvina Fernandes y Guillermo Vissani, nos cuentan en qué consiste este proyecto.
La primera edición de Clubes TED-Ed (en aquel entonces Clubes de Ideas) que se realizó en el CSA fue en 2015. En ese momento fuimos una escuela piloto al llevar adelante el proyecto, junto con otras siete escuelas. Año tras año, y a partir del entusiasmo de los chicos por esta actividad, la iniciativa fue creciendo y hoy convoca a decenas de escuelas participantes en todas las provincias.
En nuestro colegio, el espacio desde el cual se empieza a elaborar el proyecto es la materia Tutoría durante el segundo trimestre. Se programan diez encuentros en los que se recorren tres etapas: inspiración, espacio en el que los chicos buscan y encuentran una idea; construcción, etapa en la que se trabaja para darle a la idea el formato de una charla al estilo TED; y comunicación, última instancia en la que se exploran técnicas concretas para presentarse en el escenario.
En suma, el objetivo de todo el proceso consiste en acompañar a los chicos para que ellos tengan la posibilidad de expresar el resultado de una búsqueda interior y presentarla ante un público. Fundamentalmente, durante la instancia de creación personal, se busca derribar el “no tengo nada interesante que contar”. Una vez que se vence ese prejuicio surge mucho entusiasmo y, a medida que se acerca la fecha de presentación, también aparecen los nervios, que muchas veces generan la amenaza de querer abandonar. Sin embargo, y a partir de nuestra evaluación posterior, sabemos que un altísimo porcentaje de los chicos afirma que estaría dispuesto a repetir esta experiencia.
También es necesario destacar que este proyecto les da la posibilidad a los chicos de buscar algo que los apasione y que los identifique para poder transmitirlo a otras personas. Esta vivencia genera un efecto sorpresa en ellos mismos y también en los demás porque se habilita un espacio para mostrar una faceta personal, íntima en ocasiones. Y, por otro lado, a nivel grupal, resulta muy rico poder mostrar aquello que a veces queda solapado en la práctica escolar de todos los días. En ese sentido hay que destacar el gran apoyo que el grupo ofreció a sus integrantes, y lo hizo para vencer los miedos, para pasarla bien. Ejemplo de ello es el código de equipo que se arma en el backstage, antes de salir al escenario, momento en que todos juntos se dan aliento.
Estamos muy satisfechos con este proyecto que crece año tras año y queremos reconocer y valorar el trabajo creativo de los chicos del CSA, que en Clubes TED-Ed aprenden, descubren, disfrutan y también se lucen en el escenario.
