Agustín Ochoa: un viajero con espíritu agustino


 Agustín egresó de nuestro colegio en el año 2006. Además de cursar y terminar su carrera universitaria en Economía y de estudiar fotografía, él es un gran viajero que se anima a travesías dignas de ser contadas. Durante el mes de septiembre él nos visitó y nos contó su último viaje a través del continente africano: recorrió desde Egipto hasta Sudáfrica en bicicleta. Aquí ofrecemos una breve entrevista en la que Agustín nos cuenta en qué consistió esa experiencia y, ya instalado nuevamente en Buenos Aires, cuáles son sus próximos proyectos.

Flavia Mameli: ¿Cómo surgió la idea del viaje?

Agustín Ochoa: Surgió a partir de la experiencia de una persona que viajó en bicicleta por América y compartió sus relatos en las redes. Después de indagar en su historia, me sentí tan inspirado que decidí embarcarme en el proyecto que terminé llevando a cabo. Para mí fue África porque así lo sentía: quizás por el sentido de la aventura, quizás por una cuestión pseudo romántica con el continente que me hizo querer explorarlo tierra adentro.

FM: La motivación, ¿era turística, humanitaria, ecologista?

AO: Una combinación de las tres. Por un lado, el desafío personal y atlético de superar una travesía de tal magnitud. A su vez, las ganas de hacer algo concreto por este mundo, de generar un impacto positivo neto, apuntando sobre todo a la forma de pensar de los más chicos. De ahí la idea de ir a visitar escuelas, pasar tiempo con los alumnos y dejarles un mensaje ético y moral, de que crecieran para ser personas de bien y que colaboraran con esta rueda de buenas intenciones. Y por último, la iniciativa de hacer todo esto de forma ecológica, usando y promoviendo la bicicleta como medio de transporte amigable con el medio ambiente.

FM: ¿Quiénes te guiaron o apoyaron en tu aventura?

AO: Mis padres y mis amigos fueron mi gran apoyo a la distancia. Pero la gente que iba conociendo en el camino me daba fuerzas para seguir mi camino. Y sobre todo, la devolución que recibía en las escuelas por parte de los profesores y los chicos: ese era el mayor impulso que tenía para no bajar los brazos y seguir pedaleando.

FM: ¿En qué aspectos crees que esa travesía te transformó?

AO: Viajar es, a mi entender, la mayor escuela a la que uno puede asistir. Uno se forma viajando, se profesionaliza como persona. Se autodescubre en maneras que ni siquiera sospecha. Viajar implica cambio, tal vez metamorfosis, tal vez evolución. Viajar impone una sola condición: entender que uno, al regresar, no va a ser el mismo que antes.

FM: En otro plano… ¿Cuál es tu formación universitaria y dónde cursaste?

AO: Soy licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires y estudié también Fotografía bajo la formación de Amalia Retamozo.



FM: ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

AO: Al momento estoy desarrollando mi estudio de fotografía y además sigo dando charlas vocacionales en colegios y proyectando una serie documental sobre mi experiencia que estará saliendo el año que viene. Estoy trabajando también en lo que van a ser charlas para empresas y buscando sponsors para futuros proyectos.

FM: ¿Tenés pensado seguir tu carrera en Buenos Aires o pensás que vas a elegir vivir en otro lugar?

AO: Hoy mis planes están acá en Buenos Aires: adoro esta ciudad y planeo establecerme acá por un buen tiempo.

FM: ¿Qué le dirías a otros chicos que hoy estén pensando en hacer viajes como el que vos hiciste?

AO: Lo que siempre trato de transmitirle a las personas es que no busco persuadirlas a que hagan lo mismo que yo hice: trato de inspirarlas a que hagan lo que verdaderamente sienten. Cada uno sabe lo que quiere para su vida: es esa verdad esencial que viene de adentro nuestro. Y es fundamental escuchar las voces de la experiencia, la de nuestros padres, familiares, profesores y toda persona que nos pueda guiar. Pero al final del día, es uno el que lleva las riendas de su vida. Y cuando haya que tomar un rumbo, a todo el mundo le repito lo mismo: «elegí con la cabeza; dejá que tu corazón te muestre el camino».


Agradecemos mucho a Agustín, por su visita a los chicos del colegio y por esta entrevista. Nos encantó compartir con él su aventura. Por último, dejamos su contacto para aquellas personas que quieran comunicarse con él, y recomendamos especialmente visitar su página, que tiene unas fotos increíbles.



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