El 16 y 17 de abril pasado salimos de retiro junto con profesores, animadores y equipo pastoral con ganas de pasar un buen tiempo y conocernos un poco más. Llegamos al Colegio Máximo San José -el lugar donde nos hospedamos- y luego de un rico desayuno y de “confiscar” los celulares comenzamos oficialmente con las actividades del retiro.
Empezamos explicando las propuestas y objetivos para el retiro, entre ellos, conocernos, integrarnos y desconectarnos. Más tarde, organizamos las habitaciones para la noche y comenzamos con el “tema” principal del retiro: los sentimientos. Comenzamos hablando de la exigencia, la propia o la que nos brindan los demás, y también compartimos nuestras ideas y sentimientos en un “desierto” junto a nuestras “comunidades”, las cuales se conformaron con un animador y un grupo de 4 o 5 estudiantes.
Compartimos el almuerzo y tuvimos un tiempo libre para jugar. Cuando volvimos al espacio de trabajo, se proyectó una pelÃcula que nos dejó pensando sobre lo que habÃamos visto, y luego seguimos debatiendo sobre el significado que proponÃa ese film. Tuvimos la oportunidad de hablar con compañeros -con los que no compar-timos tanto- mediante la actividad del “Reloj” y después de la merienda pasamos al último tema del dÃa.
Al atardecer hablamos del miedo y de nuestras preocupaciones más profundas, lo hicimos en pequeñas comunidades y terminamos el dÃa, todos juntos, y alrededor de un fogón.
El segundo dÃa comenzó temprano y, luego del desayuno, nos dispusimos a iniciar las actividades. El segundo dÃa, el último tema que debÃamos ver era el enojo y, como habÃamos hecho anteriormente, nos juntamos en comunidades para compartir nuestras experiencias con esa emoción, una vez terminada la actividad, nos juntamos en grupos de dos comunidades e hicimos una actividad en la que todos debÃan decir cómo se veÃan y cómo veÃan a los demás.